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Antecedentes:

Al principio, quise basarme en el proyecto que había hecho hablando sobre la infancia y sobre los recuerdos que fueron edificando mi niñez en este entorno natural que era la laguna grande de San Pedro de la Paz. Sin embargo, reconocí que quizá no era lo que necesitaba y que dicho proyecto se había hecho también desde un principio de no querer ahondar más en el presente y de lo que quería decir hoy; quizá un poco por vergüenza al dolor y por la clásica narrativa de la que siento que mi discurso personal carece.

Entonces, pretendo desligarme de este antecedente casi completamente para voltearlo hacia la mirada negativa, una mirada que intento, generalmente, evitar a como de lugar.
Desprenderme de estos recuerdos, a los que intento diariamente aferrarme, para sumergirme en el presente que me taladra la psiquis.

Depresión
La depresión (del latín depressio, que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico y psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana (la anhedonia).

Mi salud

Llevo cargando una depresión desde la adolescencia, aproximadamente diez años hasta hoy. Es de esas depresiones perras, agudas, latentes, esas que aparecen un día en la tierna infancia y no sabes de donde salen, que nacen de un problema latente que nunca supiste que tenías hasta que empiezas a tomar veinte pastillas por la mañana y dos por la noche.

Armé mi vida alrededor de neurotransmisores faltantes, de tardes en cama, de noches en vela, de excesos, de pulgas, de hongos.
Un trabajo incesante en pro de salvar una realidad que me saque de esto.

De a poco transito la adolescencia y analizo los entretejos de mis vivencias y me terapeo sola, desenredo la maraña de conflictos mentales que tengo y logro dar con los principios y los finales; sin embargo, nada de eso es suficiente para dar conclusión a todo.

Visualidad

Nunca me he sentido capaz de representar visualmente lo que siento; sean acaso las vivencias ricas, coloridas, estructuradas o bien el thanatos latente que me taladra las tripas; sin embargo, suelo verme en otras obras, en identificarme en arte ajeno. No es que sea incapaz de dibujar, ni de pintar, ni de escribir ¿pero con qué cara me atrevo a expresarme si lo mío quizá es puro capricho?
Me siento en lo liminal, en lo visceral, en lo blando, lo expresivo, me siento en la irrealidad y lo enérgico.
Es porque transito el mundo de los sueños, básicamente porque duermo mucho. Despierto de mis siestas, me levanto, tomo un poco de leche y vuelvo a dormir.

"A menudo padre e hija desprecian a la madre juntos. Intercambian miradas significativas cuando ella pierde un punto. Están de acuerdo en que ella no es brillante como ellos, no puede razonar como ellos. Esta colusión no salva a la hija del destino de la madre".